Según el servicio noticioso AFP, el gobierno de Cuba planea organizar excursiones a los restos sumergidos de seis barcos que fueron hundidos durante la guerra hispano-cubano-norteamericana. Tres cruceros (Cristóbal Colón, Almirante Oquendo y Vizcaya) y dos destructores españoles (Plutón y Furor) fueron hundidos cuando intentaron romper el bloqueo del que eran objeto por parte de la marina de guerra de los Estados Unidos. El sexto barco –el vapor Merrimac– fue hundido por los españoles cuando sus tripulantes intentaban hundirle en la bahía de Santiago para bloquear la flota española allí atrapada. Esta movida cubana busca, sin lugar a dudas, incrementar los ingresos provenientes del turismo, una de las principales actividades económicas de la isla.
La batalla de Santiago fue librada a principios de julio de 1898 y constituye una de las muestras más claras del desigual combate que libraron españoles y norteamericanos. A fines de abril, la flota norteamericana del Atlántico al mando del Almirante William T. Sampson recibió órdenes de interceptar la flota española al mando del Almirante Pascual Cervera y Topete. Cervera había zarpado de España rumbo a Cuba para dar apoyo a las fuerzas españolas en la isla. A pesar de que la localización de los barcos españoles era incierta, los estadounidenses se lanzaron
en su búsqueda. El 12 de mayo, la flota norteamericana llegó a las costas de Puerto Rico pensando que Cervera se encontraba en San Juan. Desafortunadamente para los estadounidenses, los barcos españoles no se encontraban en aguas puertorriqueñas. Un intercambio con las defensas españoles provocó serios daños en la capital de la isla, que no había sido atacada desde finales del siglo XVIII.
A fines de mayo, Cervera logró llegar sin ser detectado a la bahía de Santiago, donde quedó atrapado por las fuerzas navales norteamericanas que bloqueaban la isla. Protegidos por las defensas de la ciudad, Cervera y sus hombres permanecieron en Santiago hasta la mañana del 3 de julio que intentaron escapar del bloqueo norteamericano. Superados abrumadoramente, los barcos españoles fueron destruidos por los norteamericanos comandados por el Comodoro Winfield Scott Schley, pues esa mañana Sampson había partido a reunirse con oficiales del ejército norteamericano en la zona de Siboney. Todos los barcos españoles fueron hundidos o embarrancados por su tripulación. Cerca de 500 españoles murieron la mañana de 3 de julio, uno de los días más triste en la historia de la Marina española.
Norberto Barreto Velázquez,
Lima, Perú, 23 de mayo de 2010
Interesante artículo e interesante iniciativa de organizar visitas turísticas a los lugares donde ocurrieron hechos importantes en la historia. El asunto es cómo lo presentarán los guías turísticos cubanos, seguro que dicen que fueron Máximo Gómez y Martí los que hundieron los buques españoles, :P. (Es broma, no se me enfanden los cubanos).
Un cuestión: si la flota española estaba protegida por la bahía y las fortificaciones santiagueñas ¿por qué salieron a mar abierto a sabiendas de que allí estaban los buques yanquis esperando? y mucho más a si conocían la supuesta superioridad técnica y miltar de éstos.
Gracias y un saludo.
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Hola David,
Muchas gracias por tu comentario. Cervera salió de España sabiendo que era un viaje suicida, pero como buen marino, obedeció las órdenes que recibió. El «combate» de julio de 1898 también fue resultado de las órdenes recibidas.
Norberto
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